Digan lo que digan, el aborto no es asunto que le competa a
nadie más que a las mujeres, ni modo que sean terceros los que decidan lo que
deben hacer respecto a sus propios cuerpos, no se trata de un asunto moral, es
ejercer el libre derecho que les asiste de hacer lo que les venga en gana, aquí
no cabe eso que está diciendo la Ministra de la Suprema Corte de Justicia Olga
Sánchez, que al avalar la ley que permite el aborto, se lastiman otros inalienables
derechos, lo que está queriendo decir la magistrada es que en el rango amplio
de dicha ley, se podría mal interpretar el hecho de que se permita quitar la
vida a un ser humano, soy católico como el que más, pero las leyes de nuestro
país son tan lacias, tan absurdas, tan mal hechas, que por ello, hay tantos
niños desamparados pululando por las calles, porque nadie se quiere hacer cargo
de ellos, apenas, hace unas cuantas semanas, se legisló a favor de las mujeres
que siempre se habían tenido que chingar solitas con la crianza de sus hijos, y
no fueron dos años ni diez, sino cientos de años en los que el engendrador del
producto, haciendo caso omiso de su responsabilidad como padre de la criatura
(o criaturas) se largaba a la calle, dejando a su hijo (o hijos) a cargo
absoluto de su mamá, como si ésta fuera la única responsable en la manutención del
niño, esas historias de madres solteras o dejadas, son ideales para las
telenovelas de Teidiotiza, porque muestran la orgullosa ejemplaridad de las
mujeres como si fueran titanes, es decir, con doble función social, la de
proveedora y cuidadora, papá y mamá al mismo tiempo, esa ley que obliga a los
padres a darles su chivito semanal a sus hijos hasta que cumplan la mayoría de
edad, es uno de los grandes logros de nuestros ínclitos legisladores, lo que
estos señores y señoras de la alta magistratura de la nación no se han percatado,
es que las leyes no se estructuran en abstracto, es decir, no se hace una ley
esperando a que haya alguna persona que se ajuste a sus requerimientos, sino
que es al revés, las leyes se hacen cuando ya existe el conflicto de intereses
humanos, se equivocan, si piensan que son los dueños de la verdad absoluta, supongo
que, tendrán que dar marcha atrás en su negativa de despenalizar el aborto, los
panistas han de estar dando brincos de puro gusto, porque ellos son los
principales promotores de impedir que las mujeres sean meras reproductoras de
la vida, nada más falta que manden misioneros azules a todas las regiones inhóspitas
del país para poblarlas con descendientes de su catoliquísima sangre, no voy a
poner sobre la mesa de las discusiones el hecho real e incontrovertible, que en
tiempos del virreinato, en los conventos, donde se supone que eran todas vírgenes,
hijas de Dios y de María, se auspiciaban prácticas abortivas entre las
novicias, sus superioras y las abonadas ricas que se iban a esconder de la
sociedad novohispana para expulsar el producto de su pecado, de hecho, se han
encontrado osamentitas completas de bebés en todos las casas espirituales de la
santa madre iglesia católica de la época en que los clérigos eran señores de
horca y cuchillo y dueños de vidas y haciendas, en fin, no se trata de justificar
el aborto, sino el pleno derecho que tienen las mujeres de decidir lo que
quieran hacer, entiendo la postura moral, ética y espiritual de los católicos
panistas, pero si quieren que nazcan todos los niños, deberían de empezar a
construir guarderías, hospicios o casas enormes para albergarlos desde su
nacimiento hasta la mayoría de edad, en Twitter ya hay un HashTag con el título
#DerechoADecidir, y eso es precisamente lo que se desea para todas las mujeres,
que decidan ellas, y si es pecado, que en el pecado lleven la penitencia, y si
se tienen que ir al purgatorio, al infierno o a otro sitio peor, que se vayan,
pero que sean ellas las que decidan y no un grupúsculo de humanistas de doble
moral. Ya dije.
jueves, 29 de septiembre de 2011
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