De repente, Enrique Peña Nieto, se dejó de embarrar chingos de
gel y apareció con los pelos como al desgaire, casi al natural, pero ya se
sabe, que los expertos en el asunto de la peluquería, son especialistas en lograr
que lo rebuscado de la imagen, otorgue la apariencia de que se acaba de salir
de la regadera, cosa, que es punto menos que imposible, pues, luciendo este
nuevo look, apareció, eso sí, con el copete de merenguero antiguo, en el programa
de noticias más mentiroso en toda la historia de nuestro país, que ya es mucho
decir, si tomamos en cuenta que don Jacobo es el maestro de esta camada de fementidos
comunicadores, que comunican nada más lo que les conviene a sus patrones y a
sus propios intereses, en ese estudio de Televisa, López Dóriga le hizo la
pregunta de los 64 mil pesos, Peña Nieto le contestó: “Joaquín, muchas gracias,
muy buenas noches, y voy directo a la respuesta a la pregunta que me has
formulado, si quiero ser presidente de México, si aspiro a ser el candidato de
mi partido, aspiro a participar en la contienda electoral del próximo año, y
aspiro a ser el presidente de los mexicanos”, si, acaso no les ha quedado muy claro,
queridos lectores, el ex GelBoy, si aspira a ser el mero chipocludo en Los
Pinos, lo que nunca me ha gustado de Peña Nieto, es que todavía usa el viejo
estilo priista de aparecer muy acartonado ante las cámaras, con ese sonsonete
repetitivo, monótono como canto de grillo, pero a pesar de que se le observa
muy cuidadoso de sus declaraciones, se le fue una palabra equivocada, al decir
respecto a sus correligionarios, lo dijo mal, y emitió el vocablo como “coligionarios”,
a menos de que la palabreja la haya obtenido del diccionario de Armando Hoyos y
la haya lanzado como un neologismo político para usar en su pre campaña, digo,
todo puede suceder, con estos genios del marketing publicitario, por cierto, en
los primeros días de octubre se hará una consulta abierta a la población en
general para la elección del candidato del PRI a la presidencia de la
república, yo no sé mucho de política, de hecho, mis opiniones las emito como
cualquier ciudadano de a pie, bueno, pues, según una de las muchas encuestas
que se hacen a diario en este país, Peña Nieto está en los momios 9 a 1 de su
contendiente más visible el Senador Manlio Fabio Beltrones, así que, lo más
seguro, es que el humo blanco ya esté saliendo del balcón principal del
edificio del CEN del PRI en una clara señal de: “habemus candidatus”, el ex
gobernador del Estado de México, en estos días, estuvo de moda en Twitter, en referencia
a que va a hacer una ley que regule los mensajes publicados en las redes
sociales, lo cual no creo que sea posible, ni siquiera en las dictaduras se ha
podido lograr, alguien mal intencionado lo ha de haber mal aconsejado para que
se echara a la perrada encima, pero el que puso el mal ejemplo fue Javier Duarte
gobernador priista de Veracruz que encerró a unos tuiteros a los que los
funcionarios corruptos han calificado como terroristas, este político ha cavado
su tumba política, ya que ni él ni nadie puede alzarse contra la gente decente
tan solo porque mandan mensajes alertando de balaceras, es como si a mí,
Benjamín o Egidio, me mandaran a la cárcel por tuitear que andan helicópteros volando
muy bajito con peligro de que se lleven de encuentro los postes de luz, en fin,
que la cargada ya se cargó a favor de Peña Nieto, lo único malo de este
carismático político, que es una nueva estrella más del Canal de las Estrellas,
es Angélica Rivera, su farandulera esposa, que no sabe ni la O por lo redondo,
es tan ignorante que ignora lo básico de nuestra historia mexicana, sólo
espero, que se ponga a leer algo, lo que sea, para que se le quite esa cara de
duda permanente que adorna su persona. Y si, Peña Nieto, quiere ser presidente.
Por lo menos, éste, siempre anda muy peinadito. Ya dije.
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