Nuestros administradores gubernamentales, según, la Organización
para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), no tienen para cuando
abatir la tasa de desempleo, todavía me acuerdo, que, durante su campaña
proselitista, Felipe Calderón, además de acusar al Peje ante la opinión pública
internacional, como: “Un peligro para México”, prometió que habría suficientes
empleos para todos los mexicanos, balandronada que le agenció muchos votos a su
favor, en esa época, yo estaba sin chamba, así que, reflexionando en mi precaria
situación, di en creer que sus dichos eran reales, luego, ya que llegó a Los
Pinos luciendo la banda tricolor, se hizo de la vista gorda, lo demás, está
inscrito en la historia panista de nuestro país, que, si Dios y la virgencita
Guadalupana, están de nuestro lado, en lugar de que se unan en oración a las
viudas de Gómez Morín, muy pronto, dejarán el poder de no poder sacar a nuestra
nación del atolladero económico en el que se encuentra, bueno, pues resulta,
que como no hay trabajo para millones de paisanos, los más jodidos, tienen que
poner su tenderete en las banquetas de sus casas, si acaso tienen casa o se
ponen a vender raspas y tostadas con chile en cualquier esquina transitada del
globero pueblo, eso no sería lo peor, que como quiera no es desdoro andar
deambulando para ganar unos centavitos de manera honrada, pero el propio
gobierno, ese que prometió empleo para todos, se encarga de perseguirlos para
que paguen impuestos, como si el negocito fuera una gran empresa, en la plaza
Miada, hace poco, Benjamín mandó un inspector para amenazarlos con correrlos
del sitio, una señora le preguntó al funcionario rascuache que ella pagaba la
cuota y el hijo de su reburocrática progenitora le espetó que “no hay permisos
para nadie”, todavía con esa brocha el gatete de cuarta, contestándole de mala
manera a la pobre mujer, que tiene una runfla de huercos que mantener, quien me
confió de forma lastimera, que sale muy temprano empujando su carretón con la
esperanza de obtener unos pesos para sacar adelante a su numerosa prole, con
esos datos del OCDE, francamente no se avizora un futuro promisorio en el
horizonte de México, los funcionarios se han mostrado asombrados de qué en
nuestro país no exista un fondo de ayuda a los desempleados, es decir, que si
no hay chamba para todos, que, por lo menos, haya un ayudita para las familias,
tal como existe en Chile y en menor medida en Brasil, es cierto que en cada
gobierno municipal se reparten despensitas a los viejitos jubilados que son un
paliativo, pero que no resuelven el grave problema de desempleo, también hay
programas de ayuda social implementados a través del DIF que sirve para dos
cosas, y a veces ni para eso, porque es cierto que otorgan bondades a los
pobres y a los enfermos, lo cual se agradece, pero ya lo dijo antes que yo, mi
sacrosanta tía Ramona, que no den limosnitas a nadie, que luego, eso se traduce
en votos cautivos, es decir, es puro proselitismo a favor del gobierno en
turno, en fin, que no será en este sexenio azul como ojera de mujer, en que se
lleve a cabo ese plan económico para los desempleados, y mucho menos durante el
famoso año de Hidalgo, a ver cómo se desarrollan los acontecimientos políticos,
sin embargo, el paquetón se observa complicado para el gobierno que viene, a
menos que hagan lo que el propio multimillonario Warren Buffett le recomendó al
presidente Barack Obama, en el sentido de que le cobrara más impuestos a los
ricos, y es que, a los pudientes empresarios mexicanos, les quitan un pelito de
sus cuantiosas ganancias, en cambio, a los empleados de medio pelo, les
arrebatan de sus salarios un 20 por ciento, lo que significa, que es la clase
trabajadora la que lleva sobre sus espaldas la pesada carga económica de nuestro
país. Ya dije.
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