Siempre no

Pues dijo mi mamá que siempre no y la jueza Susan Bolton les hizo de agua su ley 1090, la verdad a mí se me hacía muy difícil que echaran de Arizona a todos los indocumentados, porque entonces, los gringos, como dijo alguna vez nuestro nunca bien ponderado Chente Fox, “tendrían que hacer trabajos que ni los negros hacen”, claro que nadie es indispensable, pero díganme ustedes, queridos lectores: ¿quiénes recogerían las cosechas de los campos?, ¿quiénes atenderían en los restaurantes?, ¿quiénes barrerían sus calles? conste que no estoy denigrando a mis compatriotas, si cada quien se gana la vida como puede, ya que nuestros malhadados gobernantes no han sabido hacer bien su chamba de proveerles un estatus digno para que no tengan que ir a poner sus caras de baquetas a otro país, aguantando humillaciones de los güeros que en sus inicios como nación de inmigrantes, eran criadores de marranos, estos están igualitos que mi tía Jacinta que de ranchera cuida chivas, luego que a mi tío Expectación le fue bien con la venta de sus animalitos, se cambió de barrio y ahora no le habla a nadie de la familia, naturalmente que se siente la divina garza envuelta en crema de chocolate y hasta es socia de los clubes de alto pedorraje del pueblo, pero bueno, ellos son los dueños del bat y las pelotas y pueden elegir a quienes recibir en su gran nación, lo que realmente le falló a la hitleriana gobernadora Jan Brewer fue tener una buena coartada para cometer su crimen de lesa humanidad, porque sus homólogos Richardson y Schwarzenegger le negaron su apoyo, además en muchos estados levantaron un veto contra Arizona, así que peor le hubiera ido si le dan el visto bueno a todos los puntos de la 1090 que a todas luces resultaba denigrante para los indocumentados, por si no lo saben, asiduos fans, les diré que Bolton suspendió las secciones que obligaban a los inmigrantes a portar papeles de identificación y que criminalizaban que un ilegal trabaje o pida trabajo; también prohibió que la policía detenga a cualquiera para preguntarle respecto a su estatus migratorio, es decir, que el único delito por el cual podrían detener a un inmigrante era: “portar la cara de mexicano” el solo hecho de parecer paisano era motivo suficiente, o como lo dicen los que saben de leyes: “sospecha razonable” para ser incriminado y llevado a la cárcel por el alguacil Joe Arpaio que más bien parece dirigente de los Kukuxklanes que un celoso guardián de los intereses gringos, lo que este hijo de Hitler no ha entendido es que si bien es cierto que no tener documentos legales para permanecer en territorio estadounidense es una situación incómoda para los extranjeros, no por esa razón los convierte en criminales, es más, no deberían ni de pisar una celda, a lo sumo, se les podría invitar a que abandonen el país otorgándoles garantías y los medios para hacerlo con comodidad y decoro, lo que pasa es que como nuestros connacionales no conocen sus derechos y nuestros cónsules mexicanos no sirven para nada, no les han podido explicar que nadie los puede tratar como transgresores si no han cometido desacato alguno.
Yo me acuerdo que mi tía Chabela trabajaba de dependienta en una tiendita de chinos en Laredo, Texas y cruzaba todos los días con su mica, los de la migración la veían como pasaba todas las mañanas para su chamba y ya en la tarde, cargando sus bolsas de mandado de Alfredo Santos y nadie nunca le dijo nada, además el sueldito que tampoco era que le pagaran 35 dólares la hora, muy apenas llegaba a los 4.25, en total 150 dólares a la semana con todo y los impuestos que malamente le quitaba el móndrigo patrón ojos de ficha doblada, a sabiendas que no teniendo sus papeles en regla no podía cobrar en nómina, por tanto no tenía obligación de pagar impuestos a un país para el que no existía como empleada, en fin, que bueno que dicha ley no pasó con todos sus puntos, ahora falta la apelación pero parece que lo que sigue será más fácil para nuestros paisanos, supongo que muchos de ellos regresarán, aunque estando las cosas como están, de seguro no durarán mucho tiempo en su México, lindo y corrupto. Entonces, como la India María, no serán ni de aquí ni de allá. Ya dije.