“And the new Miss Universe is… Miss México”. Ya sé, si no soy tan tarado, que todo esto lo ha de haber pagado el comité de las fiestas del Bicementerio de nuestra pauperizada nación, pero aún así me ha alegrado que una mexicana haya ganado el pinche concurso que cada día está más devaluado, es cierto, no me queda ninguna duda, que es una mujer muy hermosa, tapatía de ojos más grandes que sus pies, digo, tampoco es que sea un esperpento, pero es que ese Donald Trump que tiene cabeza de viejito recién levantado, es un codicioso que vende las coronas al mejor postor, eso es un hecho real, y conste que no soy mal pensado, casi siempre otorgo el beneficio de la duda cuando hay lugar para ello, sólo que en esta ocasión es tan evidente que “alguien” soltó la lana para que la guapa jalisciense se alzara con el triunfo en el espléndido marco de la ciudad del pecado, -lo que sucede en Las Vegas se queda en Las Vegas-, que no queda de otra que agradecerle a los encargados de las pachangonas de los héroes que nos dieron patria, y a los actuales que nos dieron en la matria, por ver coronada a una preciosa paisana que lució su belleza como La Bikina antes los asombrados ojos del mundo.
Lupita Jones hace varios años declaró ante los chismosos de las secciones de espectáculos de México, que cuando ganara una de sus pupilas el título de Miss Universo se retiraría y bueno, ya es hora de que cumpla su promesa, porque pobrecita, no me cae mal, pero de tanta cirugía ya le quedó la cara como madrota de congal barato, digo, nunca ha sido lo que se dice una beldad, y si ganó en 1991, fue porque alguien le hizo el favor, así que Luputa… ojos que te vieron ir ojalá nunca te vean volver, y conste que no es que la odie, si mi alma no es capaz de experimentar esos sentimientos adversos contra nadie, gracias a mi buen Dios no soy un hombre proclive al rencor, no odio, ni siquiera a la mujer que, como Judas, traicionó a mi mentor, como si un puñado de centavos valiera más que el cariño, que mi querido amigo con devoción le profesaba a la maldita víbora que finalmente enseñó el cobre ante una circunstancia digna de cualquier escena de una telenovela de la cuatro de la tarde.
La noticia de la coronación de nuestra paisana corrió como reguero de pólvora y en los diarios de circulación internacional se pudo ver de la siguiente manera: “El certamen de Miss Universo 2010 designó a la representante de México, Jimena Navarrete, como la nueva reina de la belleza mundial, corona que ostentó la venezolana Estefanía Fernández durante los últimos doce meses. Es la segunda vez en la historia que México se hace con este triunfo. La ocasión anterior se remonta a 1991, cuando Lupita Jones fue elegida”.
El título de Primera Dama de Honor 2010 fue para Miss Jamaica, Yendi Phillipps, mientras que Miss Australia, Jesinta Campbell, ocupó el tercer puesto. A la última ronda del certamen llegaron también Miss Ucrania, Anna Poslavska, y Miss Filipinas, Venus Raj, que partía como favorita entre los usuarios del portal oficial del concurso y que durante la gala se llevó las mayores ovaciones.
Sin embargo, en la última fase del concurso, en la que el panel de jueces realizó una pregunta a cada una de las cinco finalistas, la modelo filipina pareció perder opciones, según la reacción del público tras su respuesta. El actor William Baldwin preguntó cuál había sido el mayor error que había cometido la modelo en su vida y cómo lo había enmendado. Raj dijo que, a sus 22 años, no consideraba que hubiera cometido ningún "gran error". "Mi familia me ha dado la suficiente confianza y por eso los amo", añadió, y eso fue lo que la sepultó en sus ansias de ganar el título como la mujer más bella del universo, aunque a decir verdad, la mexicana tampoco contestó con soltura e inteligencia, lo peor es que habló en español, como si fuera tan difícil hablar en el idioma de “cheikspier”, digo tampoco se iba a aventar un discurso de dos horas, eran tan solo treinta segundos, ahí se notó la mala preparación que les da la horrenda de la Luputa Jones que dicho se de paso, ya se va para nunca más volver. Ya dije.
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