iPads para los diputados

En Twitter, red en la que le tomo el pulso a la actualidad palpitante de la sociedad, ya sé que me escuché como los pretenciosos lectores de noticias de Televisa, pero esa es la verdad, tal parece que no hay, por el momento, ningún otra herramienta tan útil para enterarse en tiempo real de lo que ocurre en cualquier lugar del mundo por recóndito que sea, apareció una desconcertante información: “Los diputados federales del PRI han comprado, con cargo a la caja chica del erario grande, 237 ipads para cada uno de los legisladores”.
No digo, no, que no sea del todo un aparatejo digno para nuestros ínclitos políticos, que se merecen eso y más, pues si ya ven que nos tienen en los abundantes cuernos de la luna, si han sacado leyes tan extraordinarias que ni los constituyentes del 17 pudieron hacerlo, bueno, ni siquiera Moisés con su tabla de los diez mandamientos fue capaz de logros tan deslumbrantes, claro que a él se los dictó Dios y él solamente lo escribió en dos lajas de piedra, pero ahora, nuestros inconmensurables diputeibols quieren sus ipads, y no harán el sacrificio, ni que fueran locos de al tiro, de subir al monte Sinaí para permanecer 40 días con sus noches en profunda meditación para recibir el mensaje de Pancho Rojas el Gran Tlatoani priista, para luego bajar y agarrar a patadas a los adoradores del becerro de oro, que no digo quien es porque luego se puede enojar Beatriz Paredes que además merece todo mi respeto.
Francisco Rojas, declaró: "Es como cuando empezábamos hace algunos años con el uso de los celulares. Hoy el que no tiene celular está absolutamente incomunicado. ¿Por qué se les da una computadora (a los diputados)?, porque es el instrumento nuevo de trabajo", y no crean que lo estoy inventando, ya saben que el club de la mano amiga, luego me acusa de andar de ocioso difamador de las personas con buenas conciencias, sino que salió publicado en todos los diarios de circulación nacional y no conforme con eso, agregó que el político que no tenga una computadora de estas se vuelve un analfabeta funcional, la verdad es que ya no estoy entendiendo nada, está bien que sean ellos los encargados de acomodar las piezas del rompecabezas nacional, pero estoy casi seguro, es más meto las manos al fuego, si acaso uno de estos chómpiras sabe moverle a la dichosa maquinita, yo me acuerdo que el senador Beltrones el que dicen le arrempujaba el carrito de los camotes a otro de nuestros pro hombres tricolores, se tuvo que ir de Twitter porque no sabía los botones que tenía que apachurrarle para mandar el mensaje, este está igual que mi tío Pantaleón que se ponía el teléfono al revés y se la pasaba gritándole chingaderas al aparato que, para mi sacrosanto pariente era cosa del demonio.
Lo raro es que quieran un iPad, si dicho artilugio no está diseñado como computadora, sino como un lector de medios, y que su funcionalidad como computadora es mucho más limitada que la funcionalidad de otros aparatos más baratos, como las computadoras Netbook, que tienen la misma portabilidad. Que sea el aparato de moda y no otros, indica que los diputados quieren lucir fashion sin importarles que no les sirva mucho que digamos, ya que según Pancho Rojas, ahora sí, los políticos tendrán acceso a toda la información, pero tremenda desilusión que se llevarán, porque un iPad no podrá mostrar información en flash ni otros elementos.
A los tuiteros les pareció una soberana Mamá Ada, que así se llamaba la progenitora de mi tía Zenaida, la compra de 237 iPad que a razón de 11 mil pesos cada una suman mucho dinero que haría falta para otras cosas, como por ejemplo para comprarme un carrito a mí, digo, no soy político, pero soy un ciudadano decente merecedor de algún premio por parte del gobierno, ya que soy cumplido con mis obligaciones y respetuoso de las leyes de nuestro país
Ha sido tanto el descontento que en Twitter ya se ha señalado al asunto como el “IPadGate”, algunos diputados han dicho que no están de acuerdo en la compra y que regalarán sus iPads a jóvenes, lo que no dijeron, es que si esos huercos son de su familia.