Antibióticos

Muerto el niño, tapen el pozo. Como si uno fuera de al tiro menso, ahora resulta que los antibióticos se tienen que comprar con receta médica, si eso es más viejo que caminar para adelante, es más, creo que cuando Hipócrates juró ya se vendían al mejor postor. Lo que pasa es que nunca ha habido una regulación sanitaria, las secretarías de salud sirven para dos cosas, aquí en el globero pueblo ha habido brotes de hepatitis y nadie ha dicho nada, de tuberculosis y se han callado la boca, pero eso sí, trabajan en campañas estériles que no traen nada bueno a la ciudadanía, en cambio han permitido que las farmacias pululen por toda la ciudad, antes había dos o tres, pero ahora hay en cada esquina y naturalmente que venden a los precios que se les hinchan las ganas sin ninguna restricción ni pudor.
Nadie ha podido frenar la codicia de las grandes productoras de medicamentos, incluso, se dice, no me consta, pero es un secreto a voces secretas, que los científicos, esos de los que todo mundo habla y nadie ha visto, no han sido capaces de encontrar la cura a enfermedades porque lo ven como un gran negocio, es mejor dar capsulitas inocuas a precios estratosféricos que curarlas de una vez por todas, porque no me digan ustedes, queridos lectores, que en tantos años de estar padeciendo con la pandemia de la diabetes, estos estudiosos de la medicina moderna, no habrán podido encontrar la cura para lograr que el páncreas produzca insulina por sí solo, digo tampoco ha de ser tan difícil, ocurre que si lo curan, se quedarían como el viejito de las naranjas, si las venden todas después que venden, además son cientos de millones de diabéticos alrededor del mundo que son compradores cautivos de tanta chingada pastilla y tratamientos alternativos que esos solo los compran los ricos que tienen para gastarse lo que sea con tal de seguir conservando el alma uncida al cuerpo.
A pesar de que los potentes compuestos antibióticos para el tratamiento de enfermedades humanas causadas por bacterias, tales como la tuberculosis, peste bubónica o la lepra, no se aislaron e identificaron sino hasta el siglo XX, el uso más remoto de antibióticos fueron los antiguos chinos, hace más de 2.500 años. Se sabía en ese entonces que la aplicación de la cuajada mohosa de la soya sobre ciertas infecciones traía beneficios terapéuticos aclamados en un ámbito sociocultural.
La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) afirmó que no habrá tolerancia para ninguna farmacia que venda antibióticos sin receta médica a partir de hoy. Lo que no han dicho es de cuanto será la mordida para los dueños de las farmacias para permitirles venderlos a diestra y siniestra como siempre lo han hecho, dudo mucho que esta sea una campaña efectiva, lo mismo pasó con los desenfrioles que luego de un siglo se dieron cuenta de que hacían daño al ser humano, o para decirlo de la manera que ellos lo dicen, que tenían efectos colaterales, y luego de que le quitaron una sustancia llamada seudoefedrina, lo volvieron a sacar a la circulación, y no dudo ni tantito que nada más le hayan cambiado de color al empaque y el color a la píldora para seguir con su negociazo, me acuerdo que mi tía Concha se tomaba cuatro de un jalón con un tecito de canela bien caliente con piquete de mezcal para aliviarse de la gripa, y claro que ya para el rato andaba saltando los escalones de dos en dos.
Miguel Ángel Toscano, titular de la Cofepris, dijo que se realizarán operativos para detectar las farmacias que estén vendiendo antibióticos sin receta médica, y lo dice como si de verdad creyera que los comerciantes acatarán la orden, lo que va a ocurrir, si estamos en México no en Holanda, es que los venderán por debajo del agua para ganarse una feriecita extra, o a lo mejor sería una buena idea que pusieran sus propios consultorios con pasantes de medicina como lo hace el Dr. Simi en sus changarros para recetar a gusto del paciencliente lo que el cuerpo le pida en ese momento, si para todo se requiere dinero en este corrupto México, que cada día va de mal en “pior”. Ya dije.