Facundo Cabral ha sido asesinado a tiros en Guatemala, la noticia me ha llenado de pasmo, ya que, el cantor argentino, no, al menos en apariencia, podría decirse que era un malandro o que pudiera haber tenido nexos con grupos criminales, pero, francamente, con tantas cosas que están pasando en este mundo tan absurdo, no quiero elucubrar hipótesis de inocencia inmaculada del artista, además soy el menos indicado para juzgarlo, de hecho, según el reporte de la nota roja del país centroamericano, sus guardaespaldas repelieron el ataque y el portavoz de la presidencia guatemalteca, ha declarado ante los medios que fue un atentado directo en su contra perpetrado por un grupo de sicarios, lo cual, es del todo sospechoso, es cierto que la violencia ha galopado como un jinete oscuro en todo el planeta, pero de eso, a que unos asesinos a sueldo, se hayan tomado por cuenta propia aniquilar al intérprete de “Los Ejes de mí Carreta”, es decir, nada más por quítame estas pajas o porque les caían gordas las sesudas reflexiones del filosofo sudamericano, que dicho sea de paso, se presentó en repetidas ocasiones en nuestra ciudad, tengo que confesar que a mí, me gustaba su manera natural de comunicarse con el público, su desenfado para expresar lo fácil que le resultaba vivir, así que, eso de la investigación se lo dejo a los policías, lo único malo es que, el nefando crimen, ha ocurrido en un país peor de corrupto que México, entonces, supongo que tardarán años en resolver el misterio, o de plano, lo harán muy al estilo del gobierno calderonista, que encuentran a los presuntos culpables en media hora, y aunque no estén seguros de que son las personas indicadas, los presentan ante los reflectores de la opinión internacional como tales, sin juicio previo, violando todas sus garantías individuales, en Twitter, empezó a circular la noticia desde muy temprano y se convirtió en Trending Topic mundial, o por lo menos en español, en los primeros minutos, lo raro es que la gran mayoría de los tuits publicados, no se referían al asesinato, sino a las frases que identificaban al autor de “No soy de aquí, ni soy de allá” canción emblemática en la que se declaraba ciudadano del mundo, me llamó la atención que una de las más repetidas es la de: “si los pendejos volaran no se vería el sol” o la definición del pendejo optimista, que cree que no es pendejo, Facundo Cabral ha abandonado esta sintonía terrenal a la edad de 74 años, desgastado de sí mismo, casi ciego, él, que ha sido un viajero incansable, peregrino de caminos nuevos y viejas rutas, ahora se va para siempre en un periplo hacia una ausencia llena de vacíos y recuerdos perdurables, finalmente, todos vamos para donde mismo, unos antes y otros después; es la ley de la vida… la muerte es un destino común.
En una despedida cotidiana, Facundo, que no se aferraba a la vida para no distraerse de vivir, recitaba con profunda verdad y anhelo, el siguiente texto del cual transcribo un párrafo para compartirlo con ustedes, queridos lectores: “No estás deprimido, estás distraído, por eso crees que perdiste algo, lo que es imposible, porque todo te fue dado. No hiciste ni un sólo pelo de tu cabeza por lo tanto no puedes ser dueño de nada. Además la vida no te quita cosas, te libera de cosas. Te aliviana para que vueles más alto, para que alcances la plenitud. De la cuna a la tumba es una escuela, por eso lo que llamas problemas son lecciones. No perdiste a nadie, el que murió simplemente se nos adelantó, porque para allá vamos todos. Además lo mejor de él, el amor, sigue en tu corazón. ¿Quién podría decir que Jesús está muerto? No hay muerte: hay mudanza. Y del otro lado te espera gente maravillosa: Gandhi, Miguel Ángel, Whitman, San Agustín, la Madre Teresa, tu abuela y mi madre, que creía que la pobreza está más cerca del amor, porque el dinero nos distrae con demasiadas cosas, y nos aleja por que nos hace desconfiados”. +
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