¿Cuáles son las siete maravillas del pueblo? esa fue la pregunta principal que hice a cien de mis casi 1200 suscriptores, que son, al igual que yo, usuarios adictos a la red mundial de mensajería inmediata, y socarrón como soy, confieso, ante ustedes queridísimos lectores, que confeccioné un esquema mañoso como los de Mitofsky, con reactivos chapuceros de “confupción” múltiple que no dan la oportunidad, al que los contesta de enchufar el cerebelo con la pituitaria y responden como en automático, sin siquiera asomarse tantito a la información de sus archivos temporales.
Fueron dos reactivos y no de balde estuve muy cercano al Ceneval cuando todavía era una institución seria, cuyos resultados reflejaban con honestidad y transparencia, la realidad de la educación en nuestro país, así que los hice con jiribilla, como con ganas de que en esos siete prodigios de la ciudad, estuvieran incluidos, por lo menos cinco de mi gloriosa colonia Hidalgo.
¿Cuáles son para usted, las siete maravillas del pueblo, de las que a continuación se mencionan? A). La Mantequera con la historia codiciosa del Rey de Oros. B). El Parque Mendoza con todo y su colonia de abejas africanas. C). La Planta de Agua incluyendo la escultura de la vieja chichistosa que se la pasa mojada todo el día. D). Las Casitas de Renta de don Amado Gómez que ya tienen 50 años en pie casi sin mantenimiento. E). La Empacadora que además tiene un cariz histórico de corrupción. F).El Cuartel Militar que tantas veces ha sido escenario de efervescente amor patriótico. G). La Escuela Cosme Pérez sacrosanta institución en donde con tanto amor sembró las primeras letras mi añorado Profesor Santos Guzmán Treviño.
Los resultados son como siguen: quedaron incluidas las siete de las siete que acabo de transcribirles, y para colmo de la dicha de nuestro orgulloso origen hidalgo, que según el significado antiguo de la palabra y por su acepción correcta, quiere decir: persona de ánimo generoso y noble, que en otros tiempos, esos que ya nunca volverán, correspondían a una sangre distinguida de estirpe heredada, si hubiera que elegir nueve “wonders of the town”, las otras dos también serían de esta zona poniente, y no creo que tenga nada que ver en la elección de los encuestados, el hecho de que al plantear el cuestionario, coloqué una pregunta ingenua y sin dolo, en el sentido de: ¿cuáles serían otras maravillas del pueblo, si tuviera que elegir entre esas siete y otras dos que estuvieran situadas en la misma zona de las siete mencionadas anteriormente?.
Francamente, eso de confeccionar encuestas con resultados sorprendentes de eficacia comprobada, es lo mío, y considero que en esta nueva elección de las siete maravillas del pueblo, no hay error posible, y eso que no puse un reactivo, que no es otra cosa que un enunciado, la opción correcta y los distractores, de esos que se llaman comprobatorios, porque en realidad, dadas las circunstancias no se necesitaba dilucidar ningún dilema respecto a los gustos de las cien personas consultadas, ya que todas decidieron, sin coerción alguna, es decir, sin hacerles manita de puerco o malacatonche para forzar su voluntad , las siete que en realidad podrían ser nueve maravillas de Nuevo Laredo, y todas, por esa suerte de proezas que tiene el destino, quedaron colocadas en nuestro cien veces heroico barrio.
Yo tengo amigos en Holanda, Brasil, Dinamarca, Chile, Argentina, Canadá, Rep. Dominicana, Puerto Rico, España y del Rancho Las Tortillas, nada más que como allá no hay banda ancha ni angosta, ese contacto de MSN, se enchufa a la red de un café Internet que está enfrente de la Panadería El Fénix aquí por la González, así que, si alguno de esos usuarios que tengo conectados a mi red amistosa, desea contratar mis profesionales servicios de encuestador, escriban por favor a mi dirección electrónica y yo, a la vuelta de una semana, les mando la encuesta y como no hay gastos de envío, pues ái nomás lo que me quieran mandar pa’ las cocas. Ya dije.
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