viernes, 16 de noviembre de 2012
El Buen Fin tendrá mal fin
La
frescura de mis artículos proviene de mi natural proclividad hacia la risa, muchos
de ustedes, no tienen ni idea de cómo soy, pero mi buen humor es proverbial,
no, no es una mala palabra, ni significa que primero me río y luego tiro la
tarascada, se refiere a que hay muchas gentes que tienen noticia de que la alegría
es inherente a mi persona, siempre lo he confesado, soy católico de rodilla
pelada y biblia electrónica, creo en Dios y en su santísima Madre, mis santos
predilectos son parientes de Jesús, y no, no es nepotismo espiritual, pero es
mejor adorar a un iluminado como a san Juan Bautista hijo de Isabel prima de
María inmaculada, ustedes se han de acordar de él, es el mismo que según las
sagradas escrituras brincó de alegría al percibir al Mesías en el vientre de su
tía en segundo grado, y no, no voy a decir que soy más cristiano que otros,
pero es verdad que si no fuera un hombre de inquebrantable fe, no tendría esta certeza
de que Dios no nos hizo para vernos infelices y pobres, eso es una mentira del
clero, para que los jodidos no aspiren a más riquezas terrenales y que den
limosnas más gordas y los diezmos más cuantiosos, y si, mucho de ese dinero no
se queda en México, se va directito al Vaticano, pero eso no importa tanto,
finalmente, si los sacerdotes les roban a los pobres para aligerarles el equipaje
y lleguen más pronto a la Casa del Padre, el pecado es de ellos, y algún día,
en ese famoso juicio final que tanto han publicado en sus encíclicas, lo habrán
de pagar muy caro, pero los que no han pagado tan caro son los incautos clientes
del Buen Fin, bueno, es que estos chilangos que de todo se copian, le quisieron
llegar a los talones al Black Friday gringo, y perdónenme todos ustedes
queridos paisanos, pero no es lo mismo poner a la venta dos pantallas de plasma
descontinuadas y unos audífonos viejos para que se los arrebaten dos señoras
gordotas en pants, que colocar dos mil laptops y diez mil televisores de última
tecnología, además de ropa de moda, zapatos, muebles, enseres de cocina, en
fin, todo una gama de productos al más bajo precio del año, espero que no se
les haya ocurrido comprar y comprar, porque al rato lo lamentarán, y es que,
parece que las fiestas están muy lejanas, pero no es así, ya casi es thanksgiving
y después diciembre se va muy rápido, así que, si no son previsores, no tendrán
dinero ni para comer frijoles en la cena de noche buena, y digan lo que digan,
los priistas tamaulipecos, en estas elecciones municipales se las van a ver muy
negras, no porque Benjamín haya hecho un mal trabajo, pero si tomamos en cuenta
que el carismático y grandote Ramón Garza Barrios y sus achichincles,
compinches canallas y demás colaboradores se llevaron todo el dinero que les
cupo en sus cuentas bancarias, con tan pocos recursos, bastante ha podido hacer,
yo sé que en este trienio hay muchos que hacen como que trabajan y les dan un
sueldazo y otros que cobran en la nómina pero no son empleados, de los mentados
aviadores que cada presidente municipal se tiene que echar al seno, nomás
porque les ayudaron en la campaña pegando cartelones y aguantando en los mítines
a las señoras encimosas que se bañan cada tercer día, yo siempre he sido de la
idea que el dinero de nuestros impuestos no debe ser para pagarle favores a
nadie, y que Benjamín se deje de andar haciendo tantas ceremonias a nuestros dizque
héroes, y que mejor nos honre a todos los ciudadanos que hemos estado a la merced
de la violencia y en desigualdad de condiciones contra los que nos quieren aniquilar
de miedo, y si no se termina cuanto antes todo este desmadre, que todos los que
están en la administración de la ciudad que se vayan a descansar a sus casas en
Laredo, Texas, y que dejen a otros en su puestos, ya sé, que no es tarea fácil,
pero gobernar no es solamente salir en la tele con cara de que aquí no pasa
nada, eso yo lo podría hacer sin cobrar un cinco al erario y además estoy más
guapo. Ya dije
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