No, no soy el José Pagés Llergo del periodismo, pero tampoco
soy tan iluso como otros, que presumen de luces que no tienen, si esto de la
política no es tan complicado como parece, uno como comentarista, solo tiene de
una sopa, buscar el prietito en el arroz,
es decir, criticar lo que nos parece que se está haciendo de manera equivocada
en perjuicio de los ciudadanos todos, hace muchos años, a finales de los años
80, publicaba esta misma columna, pero con el sesgo de puro chisme, pero los
que nunca entendieron el tono farsico de la Guillotina, se sentían ofendidos a
tal grado, que varios pendejos cornudos al proyectar sus problemas conyugales
en mis sencillos y mal redactados artículos, se ofendían a tal grado, que para
limpiar su honra, iban a buscarme a El Diario con fusca en mano para matarme, pero
esas bravatas de tipos sin educación ni clase, me sirvieron para aumentar mi
popularidad, a la distancia, sigo divirtiéndome con los enredos satíricos de El
Ejecutor de antaño, no, no es nostalgia, que yo nunca he vivido en el pasado, pero
cuando quiero divertirme en los recuerdos, me asomo a mis trabajos anteriores y
sigo asombrándome del exitazo que tuve, también es cierto, que era un muchacho
guapo, así que, mi apostura me abrió todas las puertas, por supuesto que
aproveché la incultura de los ricos buenos para nada, para destacarme en los sitios
a los que me convidaban, en descargo de los pudientes, diré que de esos siempre
ha habido, y no es desdoro, que ejerzan a titulo de suficiencia, el estatus
social que su dinero les otorga, pero en los entrepaños de la historia, siempre
ha habido de esos tipos, de hecho, los mecenas, no son otra cosa, que huevones
adinerados, que patrocinan a los talentosos interesados para que produzcan
obras artísticas, los ha habido muy ricos que por alguna inexplicable razón, en
lugar de dedicarse a la holgazanería, se han inclinado por las bellas artes en
cualquiera de sus vertientes, pero a lo que voy, es a que, en el ámbito
político es exactamente lo mismo, solamente que en ese escenario, no solo se
pueden enriquecer, sino que adquieren el poder de hacer y deshacer a su antojo,
y en la actual comedia política mexicana, hay de todo un poco, los hay, unos
tan torpes que no son capaces de hilar dos frases seguidas ni en público ni en
privado, pero eso sería lo de menos, de hecho, a como están proliferando, parece
que fuera un requisito, conste que no hablo de mi persona, que yo soy un cómico
natural de las letras, no analizo nada, ni escarbo en la historia para
construir una nueva realidad a través de la crítica respecto a la labor
legislativa, me refiero a los editorialistas de verdad, a los que no se les van
las letras en sus espacios en loas y ditirambos, o sea en halagos y
lambisconerías, a los políticos en funciones, que nadie se ocupa del agua
pasada que esa ya no mueve molinos ni otorga prebendas y canonjías, yo
entiendo, que a mí también me ha ocurrido, que no hay dinero que alcance para
sostener, en la digna supervivencia, a una familia con el hábito superfluo de
comer tres veces al día, y en su afán de pasar una factura a los funcionarios
de cualquier rango, depende del sapo es la pedrada, se convierten, cometiendo
un fraude contra los ciudadanos lectores, en voceros de cada paso que dan los que
a fuerza de pagarles se vuelven sus patrones, y todo esto que les he comentado,
ha sido porque este fin de semana se celebró el día internacional del
periodista, así que, tarde pero seguro, les mando un abrazo a todos los buenos
colegas, que debe haber en algún lado del planeta, no todos han de ser
corruptos y lambehuevos, felicidades a los decentes y a los no tan decentes,
que como quiera se avientan la tecleada diaria.
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