Aquí no, aquí lo más que hacemos es ver El Grito a través de
la televisión, y ahora, ni eso, porque dichos programas son grabados con varias
semanas de anticipación, nada más que Televisa y TvAzteca, como ya son amigos
Emilito y Ricardo Salinas Pliego, pues se ponen de acuerdo en todo, por esa
razón, la borrachilla de la Paty Chapoy ya no despotrica en contra de los
programas de la empresa que le dio de comer durante más de veinte años, pero
fíjense que en la ciudad de México, no solo se sienten muy ufanos de su
mexicanidad, sino que tapizan todo su territorio con banderitas tricolores, de
hecho, y eso siempre me empujaba al asombro, se llaman por teléfono la noche
del quince para desearse “Feliz Patria” y organizan una pachanga con todas las
de la ley, sirven todo suerte de sabrosuras hechas con maíz y hartas hierbas, pero
al que parece que le vale madre esa tradición es a Martín Esparza que apenas
acaba de quitar su plantón del Zócalo y ni modo que Ebrard le vaya a reclamar
su falta de criterio para boicotear una celebración tan importante, aunque él
nunca ha sido el autor material de los bloqueos en las transitadas avenidas del
D. F, si colaboró en esas locas aventuras de López Obrador que ahora no es
amoroso, sino un morenazo de fuego tropical, de andar levantando campamentos en
plena Reforma, a ver si el carnal Marcelo todavía tiene tiempo de mandar
limpiar y de poner las cadenas tricolores de papel de china y los rehiletes
ensartados en las esquinas para ambientar la plancha de la plaza, y este será
el último grito de Felipe Calderón, que, por cierto, acaba de recibir una carta
de Javier Corral en la que le dice de todo menos guapo, ven ustedes, queridos
lectores, lo que les había comentado en columnas anteriores, que serían sus
propios compañeros de partido, quienes le sacarían sus trapitos al sol al
desangelado primer mandatario que está a unas semanas de irse de Los Vinos,
bueno, el chihuahuense le soltó unas cuantas frases al presidente constitucional
de los mexicanos todos; conste que no quiera andar de calienta chompas ni
amarra navajas, pero lean lo siguiente: “Al llamarme cobarde ante los senadores
y estando yo ausente, te has pasado de la raya. Pero podemos aprovechar tu
desahogo discutiendo nuestras diferencias cuando quieras, en donde quieras y
ante quien quieras. Tirar la piedra y esconder la mano eso sí es cobardía. No
tener valor para decir lo que se piensa eso sí es cobardía. No ser congruente
con lo que siempre se ha pensado y luchado, eso sí es cobardía. Espérate a que
conozcas la condición humana a partir de que dejes el poder y entiendas que lo
que más te ha perjudicado eres tú, tu carácter colérico al que le gana el
coraje en cualquier momento.” pero también agregó que censuró las provocaciones
de Fernández Noroña y versó largos párrafos sobre la ley Televisa que según
Corral, Calderón ayudó a la empresa para empoderarla más de lo que ya estaba,
mientras él se oponía al despojo de la nación, en fin, que este pleitazo va a
terminar en que don Javier Corral se irá al PRI, van a ver si tengo razón o no,
cuando lo veamos tomando cafecito con Videgaray y los mexquinenses amigos de
Peña Nieto que conforman su gabinete de transición, si así son todos estos,
nomás ven que todo se va por la borda, empiezan a huir en desbandada a buscar
nuevos horizontes, no tardará en saberse todo lo que se ha dicho de que don
Felipe le puso piedras en el camino a Josefina Vázquez Mota para impedirle su
llegada a la silla presidencial, en fin, esto es más viejo que caminar para
adelante, de pleitos y traiciones está compuesta la historia de nuestra nación,
de seguro, los cercanos a este sexenio empezarán a sacar libros con sugestivos
e inéditos títulos como: “El Presidente en su Laberinto” o “Gelipe se escribe
con G”. Ya dije.
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