No lo conozco, ni es mi amigo, pero aquí no se trata de amiguismos
o compadrazgos, el hecho es que a Ramiro Ramos Salinas le acaban de otorgar el
cargo de dirigente estatal del PRI, es verdad, que no la tiene nada fácil, ya
que, el revolucionario acaba de perder de todas, todas, en las pasadas
elecciones, pero siempre es tranquilizador que le den un nombramiento de tal
envergadura a un joven tan talentoso, cuya trayectoria es harto conocida por
todos, y no, no le endilgaré una serie de adjetivos elogiosos, que nunca ha
sido mi estilo, que de eso, ya se habrán encargado -o se encargarán- los otros
colegas, a los que, dichos políticos, si los invitan a todas las carnes asadas
y ceremonias protocolarias, además, es nativo de este solar porteño, es decir,
es paisano, y ya con ese hecho, su logro, bien merece una misa en la parroquia
del santo Niño de Atocha, podría haber agregado que se sacó al rifa del tigre, pero
esto es más difícil que buscarle acomodo a un animalote de ese tamaño, a pesar
de ello, muchas personas me han hablado bien de él, de su capacidad
conciliadora, de sus ganas de chambear las 25 horas del día, levantándose una
hora antes, políticos de este linaje, necesitamos no solamente en Tamaulipas,
sino en todo el país, conste, que no es mi deseo que se mueran los dinosaurios,
pero sí, que se jubilen los mentados animalotes de uña larga, para que dejen el
paso libre a los muchachos con ansias, no lo iba a hacer, pero le mando un
abrazo arropado con mi inalterable afecto y creciente admiración a su señora
esposa, mi amiga Antonia Mónica García Velázquez, a la que sigo y me sigue en
Twitter y con quien me une un lazo de entrañable afecto desde hace muchos años,
por cierto, hablando de paisanos, pues, ahora sí, que andamos de buenas, ya
que, la Liga Oriente local, acaba de ganarle al equipo de China Taipei, y
miren, que no es nada fácil, meterle cuatro carreras a los ojos de ficha
doblada, que son más vagos que los nuestros, el triunfo no fue de llegar al
campo y ya, sino que le tuvieron que sudar un par de horas, ya sé que es harto difícil,
pero me gustaría que los nuestros ganaran el campeonato mundial de Ligas Pequeñas,
el pitcher ganador en este juego fue Félix Díaz y el que lo salvó fue Ramón
Ballina, en fin, que dos buenas noticias no está nada mal para sentirnos mejor
que la semana anterior, y los dizque gurús de la política chabacana, andan en
los dimes y diretes de quién será el incauto elegido para la presidencia
municipal, como si de verdad, eso fuera importante, no sé, a mí, me parece, que
esos asuntos vernáculos, sólo sirven para que se entretengan en sus comentarios
los viejillos tercos a la hora del café con otros de su misma edad, y aunque
parezca imposible, les aseguro, asiduos fans, que no pude ver ni un solo deportista
olímpico mexicano durante la pasada olimpiada en Londres, y es que, en ese mes
de pesadilla, lo único que sufrí fueron los piquetones de las enfermeras gordas
de la clínica 25 en Monterrey, Nuevo León, de repente, me enteraba de algunos
logros, como el de la selección de futbol que ganó la medalla de oro en la
final contra Brasil, pero de ahí en fuera, no supe nada más, en el globero
pueblo, parece que todo ha seguido igual que cuando me fui, aquí nada cambia, o
como bien lo dice en sus espléndidos artículos, el periodista decano, Senén
Eros, aquí no pasa nada y cuando pasa todos debemos fingir que nada ocurre,
para que no nos vaya a suceder lo que al perico, que por tanto hablar lo
desplumaron, por supuesto que estoy preparando la ofensiva para atacar al
medicucho Alejandro Cayetano, que puso en peligro de muerte a mi hermana, en
estos días, ya que esté bien descansado, iré al seguro de la banderota que ya
ni existe, para solicitar los documentos en los que me basaré para reportarlo
ante las autoridades sanitarias del país y que lo alejen de Nuevo Laredo lo más
pronto posible y para siempre. Ya dije.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario