No que don Ricardo Watty Urquidi haya sido un mal obispo de
nuestra diócesis, pero Monseñor Gustavo Rodríguez Vega tiene presencia
cotidiana en nuestra comunidad y su compromiso pastoral se manifiesta a cada
momento, yo, a él, si le doy Me Gusta en Facebook, y cada vez que visito su
página, me agrada leer las respuestas que otorga a sus seguidores en dicha red
social, además, por si fuera poco, muchos fieles, lo quieren de verdad, ya que,
le dejan comentarios halagüeños sobre su persona, pero también de su labor como
guía espiritual, me queda claro, que no soy el mejor ejemplo de un buen
católico, si tampoco soy tan cínico, solamente que en viendo que don Gustavo,
es el entrañable obispo con el que todos los católicos sueñan en cualquier
parte del mundo, no por nada, se ha quedado inscrita la frase en los anales de
la historia para referirse a una visita corta y sin sustancia: “vienes como
visita de obispo”, pues lo tengo que presumir urbi et orbi, conste que mi
presente artículo no es para que Su Eminencia me obsequie indulgencias
plenarias, lo hago, simplemente porque me parece que está realizando un
extraordinario trabajo, ojalá que lo dejen por aquí muchos años más, espero que
un día me pueda recibir en la oficina donde despacha sus asuntos, nomás para
tener el gusto de saludarlo y luego venir a narrarles a ustedes, lo que ahí
conversemos, y no, no estoy hablando de que me reciba como periodista, sino
como un católico más, el menor de todos, pero el más devoto guadalupano de
estas tierras y urbes circunvecinas, pero miren, lean ustedes mismos, queridos
lectores, a lo que me refiero, esta nota viene publicada en el muro del señor
Obispo: “¡Felicidades a nuestros jovencitos beisbolistas por su buen desempeño
en Williamsport! Gracias por su buen ejemplo: "Mens sana in corpore
sano". Será para ellos una experiencia inolvidable. Fomentemos el deporte
en los niños y jóvenes, pues es uno de los elementos fundamentales para
construir la paz. Dios bendiga a nuestros niños, adolescentes y jóvenes”. Y los
huercos no pudieron ganarle a Panamá, pero los prietitos del canal, corrieron
con mucha suerte, así que, los nuestros, aparte de la bendición del Obispo, han
contado con toda la simpatía de la población por su enorme esfuerzo, la verdad,
es que, a mi me hubiese encantado que se alzaran con la corona mundial, pero
con lo que hicieron, con eso me quedo muy satisfecho, y sobre todo, que a todos
se les notaba, la casta norteña y lo bien alimentados que están, a ese tipo de
comentarios me refiero, al que, les transcribí en líneas anteriores, eso habla
de la disposición cristiana de Monseñor, de que está en todo, de que nada se le
escapa a su mirada, le precede su enorme fama, si así se le puede considerar, lo
tienen en alta estima en su terruño natal Monterrey, Nuevo León en donde realizó un gran
apostolado con los jóvenes, ya que, él mismo es muy joven para estar en el
sitio preponderante en el que se encuentra, su gran preparación académica se le
nota, y es que, he estado observando en sus diversos mensajes que habla en
italiano, inglés y portugués, éste si se ha preparado muy bien y con toda la
mano, no como algunos políticos que muy apenas chapotean un mal castellano
plagado de errores y horrores, en fin, que me congratula el hecho de que sea
nuestro pastor, y deseo de todo corazón que Dios lo siga auspiciando y le
otorgue toda suerte de parabienes en su salud y vigor, en su celebración de consagración, muchos de
sus fieles le enviaron saludos y reconocimientos por su labor espiritual, aquí
una muestra de ello: Olga Acevedo Tapia: ¡Muchas Felicidades! Señor Obispo, que
Dios nuestro Señor, lo siga cubriendo con su gracia e iluminando y
fortaleciendo en su misión. Mario Ugarte: Muchas Felicidades que Dios lo siga
iluminando en su caminar y le permita compartir ese Gran Tesoro de la FE con
todos los que lo rodean. Un fuerte abrazo.
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