Traigo un gripón marca DHL o como se llame ese virus de la
perniciosa fementida influenza que marcó el mandato del azulado secretario de
salud José Ángel Córdoba Montoya, lo curioso de mi enfermedad, es que, por muy
común que sea, no soy de esos viejillos que de la tos me dé el catarro, al contrario,
a mi muy avanzado estado de putrefacción espiritual, jamás he enfermado de
nada, ni siquiera de un dolor de panza, pero este bicho cabrón que se juntó con
algunas jaurías de bacterias y unas hordas de gérmenes me ha traído en jaque
durante toda esta semana, sin estar enterado de mi extremo malestar, anoche,
como a eso de las ocho y media, Cantú, mi editor en jefe, me estaba apurando
para que le mandara mi columna, así que, ejerciendo mi oficio de escribidor
antiguo, me puse en chinga a redactar la Guillotina en la que incluí el triunfo
de Olivia Culpo de los Estados Unidos, y conste que no me ciega el profundo
amor que siento hacia Venezuela, pero su representante era la más hermosa del
certamen, el hecho de que se haya equivocado en la elección del vestido verde
mayate y en su pésima respuesta a una pregunta mañosa del juez, nada tendría
que haberle afectado, o sea, si ya se sabe que este tipo de mujeres, no son
precisamente unas lumbreras para el estudio, de hecho, se ha comprobado científicamente
que son más pendejas que el resto de su género, nomás miren ustedes a Rebeca de
Alba, que muy grandota y güerota, ganó en el rubro de mejores piernas del concurso
Miss México en el año 1985 y aunque quedó segundo lugar en el evento, nunca ha
aceptado que es una redomada marimacha, bueno, no así como marotona, porque no
es tan varonila como Denise Dekalafe o tan bigotona como Ana Gabriel, al
contrario, la conductora de Televisión, por sentirse muy femenina y que la
aceptaran en los diversos círculos sociales y del medio artístico, inventó un noviazgo
con Ricky Martin, siendo que de toda la vida se ha sabido de las inclinaciones
homosexuales del cantante puertorriqueño, es como si de pronto Yolanda Andrade
dijera que se va a casar con Juan Gabriel, pero dejando de lado esos detallitos
nimios de estas reinas de belleza, ya que pasó el certamen Miss Universo con
Donald Trump como testigo del evento, no olviden que hoy se termina el mundo,
así que pidan prestado a quien sea, que al cabo según Los Mayas no quedará
piedra sobre piedra, y ni modo que los muertos les cobren a otros muertos, a la
que parece que se le está viniendo el mundo encima, es a la máistra Chuki
Esther, pero si ella le hizo lo mismo al anterior líder magisterial Carlos Jonguitud
Barrios, lo más normal es que a ella, otro igual o peor de ambicioso que la
abeja reina dueña del Panal, la tumbe de su cómoda silla, por cierto, les
quiero preguntar acerca de cuáles consideran que sean las mejores columnas del
2012, porque quiero descansar unos días, y no, no me iré de vacaciones a ningún
lado, pero tal como dicen los nacos de la radio, que son muy silvestritos, como
es una tradición que me quede de huevón los últimos días del año, además, todos
ustedes, que son los que se asoman a esta columna van a andar de pata de perro,
ni modo que dejen la pisteadera para después, si de eso se tratan estas fiestas
decembrinas, de ahogar las penas en alcohol para disiparlas o al menos
disfrazarlas de falsas alegrías, la verdad, es que, a estas alturas del año,
yo, lo que quiero, es que ya se acabe a la chingada, que 2012 me trajo más
amarguras que dichas, por supuesto que no haré apología de las tristezas, que
esas se han quedado a la vera del camino, ahora, lo que sigue, si el mundo no
se acaba hoy, es chambear más y mejor, es mi deseo viajar a un lugar solitario
y desconocido, tener un perro que los que tenía se me murieron este año y
vender mi columna a otros periódicos, espero que Diosito santo y su primo
hermano san Judas me concedan se me hagan realidad todos estos deseos, por
cierto, ya está lista la pista de hielo para los que quieran ir a patinar, y
tengan cuidado que el frío está que pela.
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