En la columna de ayer, les prometí que hablaría del segundo
informe de gobierno de Benjamín Galván Gómez, no que haría un recuento de cada
paso que dio, pero sí, una somera presentación de todas las obras que ha
realizado a favor de la comunidad, aunque es cierto que el horno no está para
bollos por lo que ya todos sabemos, pero tomando en cuenta ese factor adverso,
de lo perdido lo que aparezca, por ejemplo, este año Benjamín terminó el puente
elevado de la Yucatán, aunque los ingenieros encargados de la obra se llevaron
entre las patas a varios muertitos de la colonia Longoria del panteón municipal
antiguo, y es que, no le calcularon correctamente, porque invadieron varios
metros del camposanto, profanando la quietud de los fieles difuntos, espero que
no les vaiga a caer la maldición de la blonda sobre sus cabezas, la verdad, es
que, este puente nos hacía mucha falta, no de ahora, sino desde hace treinta
años, y por fin, durante este trienio
encabezado por Galván Gómez, los baquetones de Obras Públicas se
pusieron a chambear las 24 horas del día, ahora mismo está en obras el
distribuidor vial Fundadores al que se han opuesto las mentadas fuerzas vivas
que son más vivas que de costumbre cuando hay dinero de por medio, pero yo, sin
ser un especialista en el tema, considero que es una decisión acertada del
cabildo, ya que, dicha obra servirá para descongestionar el tráfico de esa
complicada zona de la ciudad, en realidad, sería punto menos que imposible que
mencionara todas las obras que este trienio priista ha hecho a favor de Nuevo Laredo,
pero uno de los rubros que más me ha impactado porque implica el pronto socorro
a muchas vidas, es en la labor social que genera el DIF a cargo de la señora
Martha Patricia Aldapa de Galván, hasta parece que las brigadas asistenciales,
esas caravanas que viajan por todo el territorio paisano, nomás se andan
haciendo como el tío Lolo, pero la realidad, es que ayudan mucho a la economía
familiar, ya que, van barrio por barrio con módulos de atención médica e
higiene, y estando las cosas como están, de que la depresión económica local
nos ha ahorcado a todos, que los padres de familia se ahorren varios cientos de
pesos, es de gran ayuda para los que viven al día sin más esperanza que la
muerte lenta, de hecho, ahora que se nos han venido encima los días de frío,
Benjamín y su activa esposa Martha han regalado varios cientos de colchas a las
familias más pobres de la ciudad, esos que no tienen ni un techo en donde
meterse, o si lo tienen, sus viviendas son tan frágiles que otorgan la
impresión de que cualquier aire que juega a los remolinos podría tumbarlas,
dentro de toda la voraginosa inseguridad que nos ha asfixiado, que se hagan
obras asistenciales es un paliativo para los lastimados ciudadanos que ya no
sienten lo duro sino lo tupido, tengo que confesar que no confiaba demasiado en
Benjamín, y no porque no lo haya considerado un buen político, sino simplemente
por todo lo que ha tenido en su contra para irradiar su sinergia de trabajo con
sus colaboradores, todavía, hay algunos esquiroles huleros del gobierno ratero
anterior que andan en los medios cómplices de estos ladrones que ardidos
despotrican en contra de los funcionarios actuales, cuando regresen lo que se
llevaron, entonces tendrán autoridad moral y liderazgo espiritual para
denunciar las supuestas anomalías de la presente administración, digo, si ellos
fueran blancas palomitas, me amarraría las manos para no teclear ni una sola
línea en defensa del trienio que ha empezado su tercera y última etapa a partir
de este jueves 13 de Diciembre, pero Benjamín se ha comprometido con la
ciudadanía de la siguiente manera: “Nuestro compromiso es cumplirle a cada
familia, a todos los hombres y mujeres que aman entrañablemente a esta tierra,
forjada en el esfuerzo y la lealtad”.
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