Este año nos ha ido de la chingada a todos, hemos tenido que
aguantar lo que nadie nunca imaginó en
su vida, lo que sí me ha quedado muy claro es que los que salgamos vivos de
esto que nadie ha podido detener, tendremos que considerarnos supervivientes
como los judíos en el holocausto, espero que los que se fueron de aquí, huyendo
con sus negocios y sus residencias al otro lado, no vayan a ser como tantos
mentirosos semitas que para ganar dinero inventaron sus historias de sufrimientos
atroces, cuando la verdad nunca padecieron persecuciones ni sufrieron daño
alguno, pero así son estos hipócritas que desde su lujoso y cómodo exilio dicen
que extrañan mucho su terruño, pero prefieren no exponerse cruzando a la tierra
de nadie, lo bueno es que ya todos sabemos sus nombres y no tendrán la caradura
de venir a presentarse ante la ofendida ciudadanía que ha tenido que pasar las
de Caín, pero mejor dejaré ese tema para después, ahora, de lo que se trata es desearles
y desearnos a todos una buena noche de 24, y por favor no truenen cuetes, que
eso es como una burla para nosotros mismos, les aviso que los días martes 25,
(el miércoles 26 no hay periódico) jueves 27, viernes 28, lunes 31 de Diciembre
y martes primero de Enero de 2013 repetiré las mejores columnas del año, y es
que, tengo invitación para pasar noche vieja en Puerto Vallarta, y ni modo que
me lleve mi moderna laptop Olivetti a la playa, ni que estuviera loco, por
supuesto que brindaré a la salud de todos ustedes, queridos lectores, pero no
como en el brindis del bohemio, que es un poema tan cursi como absurdo, en el
que don Manuel Bernal, bien pedote levanta su copa para brindar por su mamá, o
sea, a quien trataba de engañar con esa mamá Ada, si ya sabemos todos, que ningún
borracho en cantina alguna de cualquier mundo posible o imposible, va a brindar
por su progenitora, brindará, si acaso, por alguna golfa gorda del bar, pero no
por la autora de sus días, en fin, les deseo que esta Navidad sea blanca y
llena de amor y de paz, pero para que sea más divertida, aquí les dejo este
chiste que me parece muy acorde con la noche buena, o con las buenas noches, o
con las esposas que urgidas todavía creen en los milagros navideños en que sus
maridos van a llegar a sus casas para cumplirles aunque sea con el obligado de
la semana, conste que este no es un cuento de ficción, sino una anécdota sacada
de la vida real, y no, no es personal, es una experiencia del tío de un
compadre de la esposa del amigo de mi primo Juan, después de esa noche nadie
volvió a saber del tío del compadre de la esposa del amigo de mi primo Juan, se
cuenta que está enterrado en el patio o que luego de la madriza de la esposa
está conectado a una máquina y que no ha vuelto a despertar del coma.
MARIDO SIN CONTROL
La señora medio dormida en su cama, escucha cuando llega su
marido del trabajo y siente como él la acaricia suavemente casi de manera
furtiva, como reconociendo suavemente la periferia de su cuerpo. Ella siente
como su cuerpo reacciona rápidamente a las caricias. El marido toma sus manos y
las recoge, mete una de las manos por su espalda y llega atrevidamente hasta
sus redondeces.
En ese momento, la señora está que arde, jadeante y deseosa.
Entonces sus piernas abruptamente levantadas. La mujer siente que la pasión
perdida por años ha regresado y le encanta sentir como su hombre apoya sobre
ella todo su peso. La enerva sentir en su nuca el aliento cálido de su marido.
Ella se prepara, levanta las caderas; separa y flexiona sus piernas y se
dispone a ser tomada, cuando de pronto su marido suelta sus piernas, gira sobre
sí mismo y se acomoda en su lado de la cama.
La mujer asombrada y respirando hondamente pregunta: “¿qué
pasó?”
-Él responde: “Ya”.
“¿Ya qué grandísimo cabrón?”
“Ya duérmete mi cielo, ya encontré el control remoto”. Jajajajaja
(Por respeto al público estas no son risas grabadas).
¡Feliz Navidad!
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