No, ni siquiera a él se lo podemos permitir, y es que, ya nos
ha sucedido en otras ocasiones, quesque nos tenemos que empezar a acostumbrar a
comer tres veces al día y con manteca, pero lo que ha dicho don Enrique Peña
Nieto es como lo que alguna vez comentó el ex presidente José López Portillo,
que Dios tenga sentado en un hormiguero por toda la eternidad, que tendríamos que
aprender a administrar la riqueza, y el hijo de su gachupina progenitora, lo
único que estaba haciendo era burlarse de nosotros, bueno, la verdad, es que,
por esos años de los setenta, yo todavía no había nacido, pero lo aprendí en
los libros de historia, pero lean ustedes lo que comentó nuestro galán
tricolor: “El mundo se sorprenderá de lo que logrará este gobierno”, y digo, no
es por darle la contra, si nada me haría más feliz que eso fuera cierto, pero
le aconsejo al priista que se tome su tiempo entre declaración y declaración,
que todavía no eche las campanas al vuelo, que primero le tantee el agua a los
camotes y ya que esté seguro de que no habrá más bancos lavaderos como el HSBC,
en el que, por cierto, acabo de cerrar una cuenta que tenía 200 pesos libres de
polvo y paja, que se dediquen al oficio financiero más antiguo del mundo, entonces
que diga lo que quiera, ya sé, si tampoco me opongo a que blanqueen el dinero
malo para convertirlo en monedas de uso corriente, que de esa actividad se
valen los dueños del mundo, para llenar sus arcones de oro sólido y hartos
dólares, la verdad, es que, díganme que soy un iluso, si eso quieren, pero
tengo mucha confianza en nuestro presidente, y no, no me refiero a la apostura
que le ha valido la máxima popularidad de un mandatario durante los primeros
días de su presidencia, sino a que tiene todo para vestirse de héroe, además,
si logra su cometido de eliminar a los malosos de nuestro territorio nacional,
conste que no me refiero a alguien en especial, si ya sabemos que hay tantas
denominaciones de malandrines, que no sabrá ni por dónde empezar a limpiar
nuestro violentado país, por ejemplo, lo que ha comentado mi querido amigo
Marco de Nieto, un oaxaqueño avecindado en Acapulco, en un debate organizado en
Facebook en el sentido de que tenemos que hablar bien de nuestra ciudad, pero
él lo dice mejor que yo: “Está perfecta la campaña de hablemos bien de Nuevo Laredo
pero recordemos que una mentira por más que se repita millones de veces no se
convierte en realidad y no se puede tapar el sol con un dedo, a lo que voy es
que no debemos ocultar todo lo que en realidad pasa a nuestro alrededor, no
vamos lejos esa campaña tiene más de tres años en Acapulco cosa que hasta la
fecha no sirve para nada y no se trata de hablar mal de nuestra gente , ni de
nuestra casa, simplemente no ocultar las cosas”, Marco lo ha expresado con rotundidad,
y yo estoy de acuerdo con él, pero mejor dejemos ese tema para otro momento,
que el horno no está para bollos, y mientras redacto la presente columna, se
desarrolla el concurso Miss Universo en Las Vegas, todavía no sé quien vaya a
ganar, pero Venezuela está entre las favoritas del grupo de cinco para ceñirse
la corona de la mujer más hermosa del planeta, nuestra paisana Karina González
ataviada de rojo en un diseño espectacular, se quedó entre las diez finalistas
del certamen cuyo propietario es el magnate sátiro Donald Trump, de este
manojito de bellezas deslumbrantes, les diré que las cinco finalistas fueron
Brasil, Venezuela, Australia, Filipinas, y Estados Unidos, la realidad, es que,
a pesar de que la venezolana, sin duda alguna, era la más hermosa del evento,
su atuendo era el más horrendo de toda la competencia, en verde avispón cubierto
de pedrería pero con una tiras que no tenían ningún sentido estético, ese
detalle fue lo que le impidió ganar y darle la ventaja a Olivia Culpo de
Estados Unidos quien finalmente terminó ganando y es la nueva Miss Universo
2012.
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