Lo he posteado en repetidas ocasiones: “si quieres que todo
mundo hable bien de ti… muérete”, y así ha sido en el caso de Jenni Rivera, ahora
resulta que la pésima cantante grupera era una gran dama y que me perdonen sus
fans, pero esta mujer era muy cabrona, no solo por las letras de sus canciones,
que eso sería lo de menos, ni por lo corriente de su persona, sino porque tenía
malos hígados, perjudicó a muchas personas que tuvieron la desdicha de cruzarse
en su camino, de hecho, no sé si se acuerden ustedes el caso en que su hermano se
madreó a un fan borracho enfrente de ella y la hulera fea gorda permitió que le
pusieran una pataliza al pobre hombre, que de seguro le ha de haber contestado
alguna mentada de madre que ella lanzaba a sus seguidores durante sus shows y supongo
que a la difuntita le ha de haber parecido muy ofensivo que el bato le devolviera
el insulto, pero el que la regó fuera de la bacinica fue el ticher López
Dóriga, al tuitear una monumental pendejada que pone en evidencia su chafez: "El
zapato de Jenni Rivera, como el de Cenicienta, en el lugar del accidente",
o sea, en la foto que postea el periodista de Televisa, se observa un zapato de
plataforma medio quemado, y al popular comunicador lo que se le ocurre es esa
analogía patética y absurda, no sé, quizás lo que quería era burlarse de la muerte
de la reina de la banda, porque eso que escribió del zapato es como cuando mi
tío Zenaido llegaba bien pedo a los funerales y daba el pésame con un: “muchos
días de estos”, yo considero, que por el bien de él mismo, de su dizque
rutilante carrera, debería de dejar de tuitear, por lo menos una corta temporada
de veinte años, lo que si ya no es posible, es que sigan con la misma cantaleta
de siempre, que si la transformación educativa es lo que México necesita, si
eso se ha requerido desde hace cincuenta años, no de ahora, pero en el intocable
reinado de la máistra Chuki Esther nada se había podido hacer a ese respecto,
pero por las declaraciones que le he escuchado a EPN de la Iniciativa de La Reforma
Educativa, al parecer, si va en serio lo de quitarle todo el poder a la
dirigente vitalicia del SNTE, ahora nomás
falta ver la reacción de esta mujer que se ha valido de todo, incluso de magia
negra para seguir en ese codiciado puesto en el que hay más dinero que en el
banco de México, lo que sorprende de Enrique Peña Nieto es que apenas lleva
diez días en el servicio del poder, como lo ha definido de manera magistral el
padre Alejandro Solalinde y ha otorgado varios premios, pero este es muy
simbólico, ya que este sacerdote defensor de los inmigrantes, el mismísimo ex
presidente Calderón le aconsejó que si temía por su vida que mejor se fuera de
nuestro país, en lugar de ponerle protección, y es que, Solalinde se ha
dedicado a brindarles auxilio a los viajantes en el ferrocarril sin importarle
su nacionalidad, ya se sabe, que en esos trenes se trasladan cientos de miles de
centroamericanos hacia la tierra prometida, así que, por esta encomiable labor
humanitaria, don Alejandro Solalinde ha recibido de manos del Presidente de la
República el Premio Nacional a los Derechos Humanos, y por fin, prendieron el
arbolote de navidad en la explanada Esteban Baca Calderón, las fotos en la
página de Facebook de Benjamín y su carismática esposa Martha Alicia, son muy
buenas y reflejan que el evento de encendido estuvo de lo más animado, de fondo
se observa un trenecito que según la nota informativa que está hecha con las
patas, fue totalmente gratis, no así los puestos de garnachas espolvoreadas con
tierra, que esas si se vendieron a precios módicos, en fin, que esto es lo que
hay, por cierto, antes de terminar, les quiero comentar que el piloto de la
aeronave en donde murió Jenni Rivera tenía 78 años de edad y no quiero ser mal’obra
pero a esa edad, los viejitos tienen pulso de azucarador de churros, a ver que
dice la SCT a este respecto.
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