Es cierto que todo mundo se indignó con la liberación de
Florence Cassez, quien literalmente se pasó las leyes mexicanas por su
afrancesado arco del triunfo, pero el caso es tan nauseabundo, que no hay nada que
agregar al asunto, porque si uno hace más leña de un árbol caído y de repente
se levanta para erguirse y florecer de nuevo, es como para huir espantado del
sitio, la guapa francesa llegó a París en medio de reflectores y cámaras, pero
no se crean, queridos lectores, que los periodistas y los franceses en general
la han recibido con palmas, nada de eso, naturalmente que ha sido tratada como
noticia de palpitante actualidad (gracias Lolita Ayala), pero nadie, ni
siquiera los más chovinistas, es decir, nacionalistas, han salido a las calles
a lanzarle serpentinas para expresarle su dicha de que haya salido de las
ergástulas mexicanas, aunque en viéndola tan hermosa, supongo, que algún
condolido narco le ha de haber acondicionado una celda a todo lujo para después
exigirle la consabida visita conyugal, conste que al referirme a ella como la
hedionda francesa, no es un comentario xenofóbico, o sea, contra su raza o
nacionalidad, sino que es una forma de describirla sin matices, ya se sabe, desde
hace muchos años, que los franceses se bañan nada más el día de su bautizo y
eso porque no pueden manotearle al cura para tirarle el buche de agua de la
pila de Juan, mi tío Cruz, no, no es el de la película Oveja Negra, dice que
los perros mañosos que comen huevos nunca dejarán de hacerlo aunque les quemen
el hocico, y no tardaremos en enterarnos de que esta malandrina secuestró a
algún paisano, y a ver, entonces sí, como van a reaccionar los franceses,
cuando se enteren de la alimaña que dejaron libre, por cierto, esta tarde iré a
un torneo de dominó, pero no para participar, que a mí, nunca se me han dado
esos juegos de peluquero ocioso, ni siquiera me gusta el ajedrez, que ese es
peor que el anterior, porque los que lo juegan se sienten generales de división
con las tácticas de guerra que practican mientras se achatan las nalgas por
horas y horas, pero les decía que asistiré al salón Los Almendros para cubrir
el evento organizado por la Fundación Carlos Enrique Cantú-Rosas a beneficio de
la Fundación Niño Vulnerable presidida por mi amigo MVZ Héctor Ramírez Enciso
al que conozco desde siempre, y por cierto, dicho sea de paso, soy socio
fundador de esta asociación que realiza una loable labor de ayuda protectora
para los huercos, pero de ese tema les hablaré en otra ocasión, porque muy
apenas me queda espacio para comentarles que tendré el gusto de conocer al
virtual candidato del PAN a la presidencia municipal, cuyo nombre es heredad de
su señor padre al que siempre he admirado por lo que ha representado para este
globero pueblo que le debe un homenaje a su personalidad, y si puede, yo le
pediría a Carlos Cantú-Rosas, que a punta de mazazos destruya los bustos del
Maquío que están erigidas en las plazas locales, o al menos, la que está en la
placita Miada, a la que por lo visto, se le va a quedar el sobrenombre, porque
Benjamín y su bola de huevones colaboradores de Obras Públicas no tienen para
cuando construir los baños, antes de finalizar la presente columna, quiero
agradecerle a la ex diputada priista Cristabell Zamora por recibirme en la
oficina de la delegada nacional del movimiento territorial para sostener una
plática con ella en la presencia de su cercano colaborador César Ibarra presidente
de la asociación Tommi, quien me gestionó la entrevista con la guapa política
paisana que está en la tercia final de los pre candidatos del PRI a la a postulación
por la presidencia municipal de Nuevo Laredo, ya que menciono al joven César,
me ha contado que el club de Leones le acaba de donar una remesa de
medicamentos para los enfermos dializados a los que van destinados estos
fármacos que los ayudan a paliar sus molestias y dolores.
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