Jacobo a ESPN

Jacobo Zabludowsky, luego de muchos años de vivir inmerso en el nauseabundo mundo de la mentira y de la adulación cortesana, acaba de anunciar que regresará a la televisión al lado del periodista de deportes José Ramón Fernández, dicho retorno, se hará efectivo durante la transmisión del mundial de futbol que tendrá lugar en Londres, Inglaterra, que me perdonen, si mis palabras ofenden a los adoradores del periodista judío nacido en el populoso barrio de La Merced de la ciudad de México, pero es cierto que es un hombre inteligente, solamente que su trayectoria está más llena de sombras que de luces, no sé, a lo mejor, es un infundio de sus enemigos, pero en aquella época en la que el periodista era todo poderoso en la televisora comandada por Emilio Azcárraga Milmo, se rumoraba que su novio era el joven Murrieta, y no, no voy a transcribir las variaciones que se hacían de su apellido para mortificar al licenciado Jacobo, que tampoco soy tan cabrón, en aquella chabacana época monárquica, nadie se hubiese atrevido a decirle al rey sexenal que andaba desnudo, pero mucho menos don Jacobo, que hasta le rendía pleitesía como al becerro de oro, conste que no sólo él sucumbió a la avaricia del dinero y a las mieles del éxito, que todos, o casi todos, doblaban sus rodillas ante el presidente en turno para que les otorgara prebendas, canonjías y premios, pero como siempre, depende del sapo era la pedrada, bueno, no se salvó ni siquiera Octavio Paz, que fue diplomático en la espantosa era de Gustavo Díaz Ordaz, en la que hubo tantos muertos que no hubo manera de darles cristiana sepultura a la mayoría, o sea que todos se tapaban con la misma cobija, pero el olvido no existe, aunque muchos aseguren lo contrario, que somos un pueblo de mala memoria, pero de todo nos acordamos, es decir, fingimos demencia cuando nos conviene, pero la de ocho en esta columna, es el regreso triunfal a su medio electrónico, en el que siempre se ha desenvuelto como un maestro, que eso sí, no le quito el mérito de que fue el creador de todos los lectores de noticias que andan pululando por ahí, eso es lo que me queda muy claro de su desempeño profesional, que no tiene tantos amigos o pupilos como su jeraquía ante sus discípulos, o que, por lo menos, le presentaran sus respetos como su otrora jefe al que nadie le podía discutir un solo tema del menú de noticias que tenían que pasar al aire por todos los canales y programas de la televisora, y regresará a ESPN para hacer las notas de color de Londres y sus alrededores, que ya sabemos todos, que don Jacobo es un hombre culto y de mucho mundo, no de balde, se ha hablado al tú por tú con las grandes mentes y talentos de México y del planeta, no sé, a pesar de su polémico pasado, no me ha agradado que a su respetable edad de 83 años, sobreviviente de un corrosivo cáncer con el que sostuvo una pelea de la que él salió triunfador y sobre todo, con el increíble expediente de su desarrollo profesional como el buen reportero que siempre ha sido, de formidable conversador con las personalidades, los ejecutivos de la cadena ESPN se hayan atrevido a formularle esta invitación a trabajar con ellos y que don Jacobo haya aceptado con tanta humildad, en fin, que eso lo que hay en el ambiente de la farándula, y en cosas de los candidatos, doña Josefina ya cambió a su equipo de colaboradores y en lugar de viajar en el Pinabus, ahora se acomodará en el camión La Jefa, si les digo, queridos lectores, que tal parece que le han estado dando un curso intensivo de “como ser Marthita Sahagún en dos pasos”, lamento tener que decírselo, pero aunque su actuación sea sublime, no le va a ayudar en nada ese personaje oscuro y ambicioso, que abandonó a la virgen de Guadalupe por otros dioses paganos, pero de este y otros temas, les platicaré en la siguiente Guillotina.