El estado laico ha perdido su impoluta imagen ante la
ciudadanía con la presencia de los candidatos a la presidencia en la católica sede
de la Conferencia del Episcopado Mexicano en la ceremonia de besamanos, que se
decidan, o son o no son, la verdad, es que, guadalupanos somos todos, pero no
sé qué diablos tienen que andar visitando a los ungidos por Dios y su santísima
parentela, ya sé, que es una forma de presentarse con los posibles religiosos votantes,
aunque la verdad sea dicha, según el último censo de la fementida Inegi, la
población de católicos en nuestro país ha ido a la baja, es decir, que no son
tantos como presume el clero, ni siquiera, la visita del Papa Benedicto XVI., a
Guanajuato causó la emoción que se esperaba, eso es lo malo, de anticiparse a
los acontecimientos, que la multitud es muy difícil de domeñar, es un ingobernable
monstruo de mil cabezas, pero eso ya es historia de otro costal, en realidad, la
presente columna, es para comentarles, acerca de la visita de cortesía de los
presidenciables; la primera que se presentó en el cónclave espiritual, fue doña
Josefina Vázquez Mota, y no, no sean maloras, no es por la razón que ustedes están
pensando, no sean sospechosistas, sino que desde el IFE se ordenó que en todos
los eventos públicos, sea el partido más antiguo el que lleve la mano, pero según
testigos oculares de los hechos, a Enrique Peña Nieto le dieron mejor trato, ya
que, hasta le prestaron un saloncito lleno de santos para que hiciera su
conferencia de prensa, bueno, incluso pusieron galletitas hechas por las
hermanas carmelitas y rompope del sagrado corazón, al que de seguro le rociaron
agüita espiritual de san Ignacio, que ya se sabe, que es un sortilegio para
apartar a las personas malintencionadas, fue al amoroso Pege, que salió
diciendo que son distintas maneras de pensar, y todo fue bien, por cierto que
JVM con eso que declaró: “seré una presidenta de falda pero con muchos
pantalones”, es como hacerse el harakiri, a ver, y luego, algunas mujeres se
quejan de que la política es un asunto de hombres, la connotación de traer
pantalones es que la candidata es una mujer con ínfulas de hombre, pues, no sé,
me parece que los genios azules del merchandising político, se equivocaron en
el mensaje, eso era lo que la había hecho diferente de los otros tres, y con
eso de que también lleva pantalones, termina igualándose con sus contrincantes ante
el electorado, además, esto sí es como para meter a la cárcel a todos sus
colaboradores, resulta que quiso y no pudo contratar espectaculares en la
ciudad de México, todos, o la gran mayoría, los acaparó el PRI, que me perdonen
los de los demás partidos, el tricolor no es que sea bueno para armar sus
faramallas promocionales, sino que muchas de las mañas y triquiñuelas
electorales, las aprendieron todos del revolucionario institucional, digo, si
antes, muy antes, la oposición era un cadillo en medio de las nalgas, pero sin
fuerza para pujar por colocarse en el podio de vencedores, así que, al paso del
tiempo, los priistas se convirtieron en expertos para el diseño de las campañas
políticas, no quiero ser cabrón con los panistas, pero su candidata con muchos
pantalones no está cuajando como se esperaba, mientras que AMLOVE la rebasó por
la izquierda en las encuestas diarias, ella se percibe atrancada, como que no
ha salido del schock, a lo mejor, es que, no se esperaba este escenario en el
que Peña Nieto se catapultaría con un casi inalcanzable 51 por ciento, el que anda
loco de contento es Gabriel Quadri, al que ya le compusieron una cumbia para
que la ponga en el sonido local durante sus concurridos mítines, la verdad, no
la he escuchado, porque no estoy preparado anímicamente para soportar semejante
bodrio. Ya dije.
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