Casi la mitad de los mexicanos
están conectados a internet, eso se traduce en 50 millones de usuarios, lo que
significa que poco a poco, el gobierno federal ha hecho su chamba de proteger a
los ciudadanos de a pie, y es que, al principio de esta era cibernética, la
avariciosa Telmex, que nunca se ha tentado el corazón libanés para cobrar bien
cobrado cualquier uso de su compleja red de telecomunicaciones, se desmandaba
en sus facturas domésticas por el uso de este bien que tendría que ser considerado
patrimonio universal y no un negocio vil de empresas multimillonarias, conste que no soy brujo y no tengo el oráculo de
Delfos para adivinar lo que sucederá en el futuro en relación al servicio de
internet, pero estoy seguro, que deberá de ser gratuito para todo el mundo y
tendrá que ser considerado como un producto de primera necesidad para los seres
humanos en general, por cierto, México está rankeado en el séptimo sitio entre
los países más tuiteros del planeta con quince millones de usuarios, y digo, no
es por andar de presumido, pero cada viernes estoy trepado en el top5 de los
tuiteros más recomendados de la red social de moda, o sea del famoso #followfriday,
y aunque, algunos políticos, entre ellos Featriz Paredes, cuando estaba en el
candelero durante su campaña para la jefatura del Distrito Federal, no aguantó
la carrilla de cientos de tuiteros que le dijeron de todo menos guapa, amenazó
con regular Twitter, pero ya nadie, ni siquiera el PRI podrá detener este
tsunami electrónico, mucho menos, ahora que las computadoras y los teléfonos
inteligentes vienen gratis en las cajas de los cereales, ya no hay temor de
Dios, de plano, este asunto de los normalistas michoacanos, está tomando un
sesgo tan nauseabundo que ni en los mejores tiempos de la impunidad paisana, se
había dado el caso de que luego de haber quemado treinta camiones, veinte
carros, haber destruido instalaciones de instituciones, pero sobre todo,
impedir el desarrollo normal y corriente de la vida comunitaria, todos los
implicados en este desmadre acaban de salir libres los ocho cabecillas del
movimiento quesque por falta de pruebas, no, no me vayan a malinterpretar, no
es mi deseo que los refundan en la cárcel, pero si estos salen libres, al rato,
cualquiera se va a sentir con el derecho de andar de vándalo, Fausto Vallejo ha
de tener alguna fuerza escondida, digo, si no la pensó dos veces para correr
para gobernador en las elecciones en las que le ganó a la señora Cocoa Calderón
hermana del presidente Felipe Calderón, a sabiendas de que se alzaría con el
triunfo, quiero dar en pensar, que ya tenía la certeza a lo que le iba a atorar,
y es que, dada la dimensión de esta escandalera estudiantil, los jovencitos
merecían un escarmiento ejemplar, también estoy consciente que son chamacos
manipulados al antojo de algún diabólico instigador, por eso, en estos
bochornosos atropellos de los normalistas, el primer mandatario estatal ha
indultado a los ocho manifestantes internados en un penal local, y aquí no ha
pasado nada, y miren, que surrealista es nuestro país, que mientras los
normalistas andan peleando por materias del curso escolar, el tribunal del IFE
acaba de multar al boxeador Juan Manuel “Dinamita” Márquez por haber portado un
parche con el anuncio del PRI en su calzón en plenas elecciones, cuando peleó contra
el filipino Pacman Pacquiao, con 700 mil pesos al partido tricolor, así es, en
este caso han exonerado al peleador, porque él lo hizo de buena fe, o al menos,
así lo dictaminaron los jueces, pero tampoco perdonaron a los priistas, que en
este año ya son los clientes asiduos del instituto federal electoral, que con
tantas amonestaciones administrativas que han pagado, ya le hubieran podido
comprar un ajuar nuevo a Featriz Paredes que con sus vestidazos a lo Lola
Beltrán en Bellas Artes ya los tiene todos muy repetidos, con eso de que salió
al público en esta pasada campaña a la jefatura del D. F, pues se acabó su
ropero completo, a mí, ella me cae muy bien, se me hace una personalidad digna
de una miniserie en HBO.
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