En la columna de ayer, publiqué “apagón digital” en lugar de
apagón analógico, han de disculpar ustedes, queridos lectores, pero he estado
con mucha presión por una nueva chamba que he aceptado con todo gusto, les
prometo que pondré mayor atención a esos pequeños detalles, ya sé que no tengo
justificación alguna, yo que soy tan fijado en los textos ajenos, es casi
imperdonable que se me haya ido ese error entre las teclas de mi moderna computadora
de bulbos, aunque eso es lo de menos, teniendo el notición del momento, así que,
paren las máquinas porque ya tenemos Papa, es con acento, y es que, el nuevo
vicario de Cristo y sucesor de san Pedro, es argentino, espero que no se le
vaya a ocurrir derrocar a Dios en el cielo, ya se sabe lo que se dice de los
chés, que como se sienten hechos a mano son capaces de cualquier villanía, pero
todo parece indicar que don Jorge Mario Bergoglio es muy sencillo y humilde,
vive en un departamentito en Buenos Aires, viaja en metro y en camión, predica
con el ejemplo, es jesuita pero no parece ni argentino ni jesuita, tiene lo que
el pastor alemán no tiene; carisma a raudales, lo primero que dijo cuándo el
protodiácono anunció “Tenemos Papa”, fue un sencillo Buona Sera, sin tanta
faramalla, ni palabras rebuscadas, eso sí, se le nota el sonsonete argentino en
latín o en italiano, este hombre de 76 años es el primer Papa americano en la
historia del catolicismo, yo, la verdad, nunca creí que nuestro lonchero
espiritual se pudiera encaramar a la silla del apóstol Pedro, a lo mejor, si en
lugar de don Norberto hubiera estado candidateado don Juan Sandoval Iñiguez que
haiga sido lo que haiga sido es muy bueno para pasar la canasta de las limosnas
a los políticos y millonarios, no digo, no, que eso sea lo que ande buscando la
iglesia católica, pero la realidad es que no está pasando por un buen momento económico,
que mucho dinero se les ha ido en puras multas e indemnizaciones para los niños
que se han violado entre todos, a estas alturas del siglo 21., que sigan
ocurriendo esos infames ataques es como para meter a la cárcel a los sacerdotes
y obispos involucrados en esos ominosos hechos contrarios la naturaleza, pero
lo raro, no es que, sigan las violaciones, sino que, nadie con determinación y
audacia en El Vaticano sea capaz de poner en orden a estos pederastas, pero ese
es tema de otra columna, ahora hay que poner énfasis en la elección del Papa
Francisco I., que escogió ese nombre en honor a san Francisco de Asís, a mí me
sorprende que siendo jesuita y que esa orden religiosa la haya comandado san
Ignacio de Loyola, no haya honrado a su líder espiritual, dicen, los que saben,
que el cardenal argentino no estaba rankeado en las casas de apuestas, pero que
en el 2005 obtuvo segundo lugar en los votos del conclave en el que se alzó con
la victoria don Benedicto, por cierto, que el primer mensaje que emitió Su
Santidad Francisco I., fue para su antecesor para pedir por su quebrantada salud,
en fin, que la fiesta por esta asunción de un paisano, continuará en Buenos
Aires y en toda la república argentina, seguramente habrá protestas de los
inconformes de siempre, pero el que si se voló la barda con su declaración es Nicolás
Maduro el viudo político de Hugo Chávez que sin pudor alguno, comentó que algo
tuvo que ver su ex patrón ya difunto en la elección celestial de un sudamericano,
y no, no lo estoy inventado, ni que fuera García Márquez para andar con el
realismo mágico en estos asuntos tan importantes que se amarran en el cielo y
se desenvuelven en la tierra, pero de ese y otros temas les hablaré en la
columna de mañana, espero que don Pancho no tenga la mala idea de trepar a los
altares a Evita Perón o a Maradona. Gracias por leer esta Guillotina y
compartirla en las redes sociales.
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