Chávez, víctima de maldición de Bolívar.

Dicen, los que saben de asuntos internos de Venezuela, que ya está preparado un nicho funerario en el inmaculado sepulcro del prócer Simón Bolívar para darle cristiana sepultura a los restos mortales de Hugo Chávez, pero nadie ha salido a confirmar semejante noticia que ha corrido como reguero de Twittpólvora por la red social de moda y de la que soy líder, pero también hay otro relato éste más de ultratumba, escalofriante pero no tiene ni un ápice de sobrenatural, la historia es como sigue, a mí, por favor no me crean nada, es decir, solo en este caso en particular, en los demás temas, no seré el analista concienzudo de la política, pero les aseguro por Dios que me mira, se los digo con toda sinceridad, mis artículos son de absoluta buena fe como un ciudadano periodista por oficio y servicio a los problemas que aquejan a nuestra comunidad, bueno, en la Venezuela de Chávez se está propalando el rumor de que el difuntito murió de cáncer provocado por una maldición del caudillo sudamericano, resulta que al dictador venezolano y a otros pro hombres cercanos a su círculo íntimo, se les ocurrió la peregrina idea de profanar la tumba del celebrado héroe, así que, en el inicio del mitote con el afán de convertir a Chávez en una especie de santón libertador y treparlo a los altares de la patria bolivariana, se han empezado a entretejer murmullos acerca de que todos los involucrados en el sacrilegio de profanación del semi Dios Simón, podrían haber sido alcanzados con la maldición de que si alguien se atreviera a abrir su tumba, como si no fuese un militar sencillo, sino la advocación criolla del arcángel san Miguel, morirían fulminados por un rayo, pero miren de donde podrían provenir estos mitos absurdos, de dos de sus famosas proclamas: "juro por el Dios de mis Padres, juro por mi patria, juro por mi honor, que no daré tranquilidad a mi alma, ni descanso a mi brazo hasta no ver rotas las cadenas que oprimen a mi pueblo por voluntad de los poderosos" y "Hasta que cesen los partidos y se consolide la unión, no bajaré tranquilo al sepulcro", la realidad, es que, siendo Nicolás Maduro uno de sus lugartenientes en la dictadura, hará todo lo posible por cumplir cabalmente la última voluntad de su jefe, del que, le ha de haber aprendido las mañas, pero, por lo visto, no le arrobó ni un asomo de carisma, y es que, digan lo que digan sus detractores, Chávez Frías fue un personaje de esos que se dan una sola vez en la vida, por supuesto, que la excesiva generosidad en la repartición de los dineros de Venezuela entre sus aliados del izquierdero, le otorgaron un halo de la divina providencia, le dio, por ejemplo, mucho dinero a Cuba, que será una isla muy paradisiaca, pero los cubanos se están muriendo de hambre, así que, Hugo les surtió por años la despensa de arroz y frijoles a los isleños, no digo, no, que les quiten lo que les dan tanto a los cubanos como a los nicaragüenses y bolivianos, pero es un crimen de lesa humanidad si un solo patriota venezolano está sufriendo de hambre o por enfermedad, y los otros hermanos de países extranjeros se comen y se untan lo que les había estado entregando el magnánimo líder, ya que, mientras ellos padecen penurias, los ahijados de Chávez comen con manteca y acuden a las mejores escuelas con la panza brillosa, lo que sí es un hecho irrefutable es su congruencia hasta la muerte, y es que, Chávez prefirió morirse como un mártir en la atrasada Cuba de los Castros que curarse de todos sus males en una clínica de Houston, al menos, se fue contento al otro mundo y en este momento las calles de Bellezuela están inundadas de banderas de una muchedumbre sedienta de bienestar y paz, que le lanza vivas y aúpas a su presidente, finalmente, como dice el tango, mientras el músculo duerme la ambición descansa, nomás que aquí el músculo político de Chávez está muerto y, si no sucede otro Lazarazo, la ambición también.